martes, 15 de marzo de 2011

Los primeros pasos de OAKY en el jardín de infantes.



El niño Oaky... Para muchos sinónimo de "tiros, líos y cosa golda". Un fiel representante de los niños caprichosos, hiperquinéticos, de los que necesitan estar permanentemente innovando, creando, dando rienda suelta a su intelecto superior.


Los que alguna vez transitaron las salitas del Jardín de Infantes Oaky (te invitamos a recordar el post que hicimos al respecto haciendo "clic" sobre el distintivo) posiblemente se pregunten quien habrá sido su fundador y por qué le habrán puesto OAKY de nombre... Investigando un poco sobre la educación de este terrible niñito, encontramos un documento imperdible que muestra sus primeros pasos por el jardín y que daría respuesta a algunas "sospechas"... A leer con atención:






En principio se puede ver el gran fastidio que le produce a Oaky el tener que perder su preciado tiempo rodeado de "pibitos imberbes"... Él, Oaky Silver, portador de un coeficiente intelectual elevadísimo, teniendo que pasar por la humillación de estar jugando a la ronda, haciendo dibujitos y soportando a una maestra cargosa que le ande indicando lo que tiene que hacer. ¡Pobre de ella!




El malhumor se acrecienta y no es para menos. La maestra tiene pinta de solterona insoportable y sus compañeritos no parecen tener muchas luces que digamos. Se nos ocurre pensar: ¿Habrá sido un complejo para Oaky asistir al jardín con babero y pañales?




¡Pobre mujer, subestimar de semejante manera a un Silver! Nos detenemos en este punto y nos preguntamos: ¿Qué hará Oaky, lo llamará a su papucho llorando para que lo retire del jardín? ¡Nada de eso! Observen:




El personal de maestranza de colegios y jardines de infantes se suelen indentificar por lo "metiches"... Este jardinero no es la excepción. Oaky toma cartas en el asunto y si la maestra lo manda a construir una "casita" le dará el gusto...




Los materiales llegan prontamente a destino y mano de obra es lo que sobra en un jardín de "pibitos imberbes"...




El metiche del jardinero no tiene mejor idea de mandar a llamar a Don Gold, pensando que de esa forma Oaky entrará en razón...




Llega Gold Silver al jardín de infantes y se encuentra con su hijito del alma en plena obra. Veamos como Oaky saluda a su papucho con absoluta naturalidad, porque no siente que esté cometiendo falta alguna o que se esté "extralimitando" como argumenta su señorita...




Sorprende y evolucionada respuesta (aún para nuestros días) la que Gold Silver da ante los acontecimientos por los cuales fue convocado. Lejos de enojarse, siente orgullo por su hijo y le pide a la maestra que permita la continuación de la obra...


Finalmente Oaky comienza a tomarle "el gustito" a ésto del Jardín de Infantes y la señorita, con cara de resignación se alegra para no llorar...
Habiendo sido éstos los primeros pasos de Oaky en el jardín: ¿Es descabellado pensar que con el correr de los años se haya puesto un Jardín de Infantes con su nombre?
Hasta la próxima.
HIJITUSLOGÍA.