Desde el 25 de agosto de 2008 recordando el fantástico mundo de Las Aventuras de Hijitus.

lunes, 21 de febrero de 2011

¡Ocho luquitas una caramelera! ¿Quién da más?...

La novedad comenzó a circular por los pasillos trulalaleros... Alguien, no se sabe bien quien, un vendedor que aparentemente está bastante relacionado con el tema "magia", residente en la ciudad de Lanús, ofrece a los ávidos consumidores del merchandising retro, una caramelera de Súper Hijitus "tuneada" (al menos en pintura) por la módica suma de ocho luquitas... Conmovedoras son las explicaciones que el vendedor intenta dar para justificar el precio de la misma. ¡Y que nadie le vaya con "paparruchadas"! ¡La transacción debe ser con dinero contante y sonante!



Pero ésto no es nuevo. Allá por abril de 2009, muchos se quedaron perplejos al leer en la revista VIVA la confesión de un tal ORESTEIN: "Hay gente que puede llegar a pagar 8000 pesos por una caramelera del Profesor Neurus"...


¡Jejejejuey! - dijo el "Profe" al leer tan "hermosa noticia", pensando en las carameleras que podría llegar a tener acovachadas su "goloso" y fiel ayudante Pucho... ¡Ahora es la mía, me haré rico, rico, RIIIICOOO! - se lo escuchó gritar. Acto seguido, le pidió a Larguirucho que publicara unos cuantos avisitos en esas páginas de compra y venta, ofreciendo las carameleras a "ocho luquitas" cada una. ¿Quieren saber lo que le contestó "Largui"?

¡Bueno, no es para tanto, Largui! ¡No hay que ser tan desconsiderado! Al fin y al cabo, los años pasan, nos vamos poniendo viejos y no está mal que algún veterano se quiera hacer de unos pesitos, honestamente, "aprovechando la volteada"... (¡Hace seis meses que están dando Las Aventuras de Hijitus en la tele! ¡Es ahora o nunca!).
¡Vamos muchachos! ¡Hagan sus ofertas! Pero no se olviden de dejarle una propinita al vendedor, considerando el loable laburo de pintura que le hizo a la caramelera para dejarla "pipí cucú".
¡Y al gran comercio argentino, salud!
¡Recuerden, sólo ocho luquitas!
¿Quién da más? Esperamos conocer muy pronto la cara del feliz comprador.
HIJITUSLOGÍA.