
"La balanza de la vida"... Ambos surgidos de la pluma de Marisa Catania, quien en un arranque de sinceridad brutal, decidió patear el tablero en el que se juegan las fichas de la hipocrecía, para comenzar a transitar algún día un camino menos tóxico...

Jugar las cartas sobre la mesa tiene sus riesgos. ¡Aunque depende del juego que se quiera jugar! - valga el juego de palabras.


Y todas estas cosas no las escribió "por que sí". Es un claro mensaje a aquellos que hablan de unidad y permanentemente dividen, a los que hablan de amistad empalagosamente y no pueden mantener de amiga ni "a la chica que da la hora por el 113", a los "Salieris" que roban ideas porque sus cerebros acorchados apenas le permiten hacer tareas propias de un chimpancé, a los que hablan de respeto y humildad pero constantemente proceden lejos, muy lejos de esos valores...
Marisa salió a "disparar" con sus revólveres de cebita, con buena onda y haciendo un guiño de ojo. Es sus post, simplemente nos quiere decir que está un poco podrida de la falsedad, del doble discurso, de la doble moral. Disparó contra la hipocresía y en ese tipo de decisiones no hay marcha atrás posible...
Pero luego de disparar nos propuso "difundir amor por todos los rincones del mundo"... (algo así como el amor de Puchito por el Morocho del Abasto). ¡Esa sí que es una buena carta!

En la lucha de siempre entre el bien y el mal, muchos salen corriendo cobarde y sabiamente, sabiendo que el bien triunfa pese a que le ofrezcan resistencia. "Dicen que si el diablo supiera las ventajas de ser bueno, terminaría haciéndose bueno por conveniencia"... ¡De puro hipócrita!
Hasta la próxima.
HIJITUSLOGÍA.