Este momento de Hijitus y Pichichus saliendo del colegio con "hambre canina", me trae a la memoria mis años en la Escuela Nº 61 "Provincia de San Juan" de Mar del Plata (¡ya cumplió los 100!). Las 12 del mediodía nos sorprendía a Sabino y a mí en la parada del colectivo 523 (la vieja línea Martín Güemes), que coincidía con la esquina de la panadería de Moreno y San Juan. Cuando las monedas alcanzaban, nos comprábamos media docena de facturas, para no hacer tan larga la espera del almuerzo. Pero en otras ocasiones, nos volvíamos en el cole con "las tripas haciendo ruido", sabiendo que en la esquina del Club Alvarado (Av. Jara y Rodríguez Peña) estaba nuestra salvación: "Caminar media cuadra hasta la casa de la abuela de Sabino que nos preparaba al instante unos sanguchitos de lo que hubiera"... Luego, con la panza llena, cada uno emprendía el camino de regreso a su casa; él cuatro cuadras para el norte y yo cuatro cuadras para el sur. ¡Era la hora de almorzar!
Y recordemos, Hijitus y Pichichus iban al colegio de mañana... Este magistral dibujo de Colombo así lo demuestra. ¿Larguirucho? ¡Más allá del bien y del mal!
Continuemos con la historia que les quiero contar en esta oportunidad:
Llegan a la Panadería y se encuentran con un panorama desalentador...
Don Andrés, panadero de los de antes, demuestra gran preocupación porque se quedó sin repartidor...
Hijitus, pura bondad, se va de la panadería sin comprar nada y le promete a Don Andrés darle una mano en tan mal momento: "¡EN LA VIDA ESTAMOS PARA AYUDARNOS!"...
Mientras tanto Diego, el chico del reparto, es obligado a dejar su trabajo por dos delincuentes que tienen muy malas intenciones...
El bien y el mal en una constante lucha. ¿Nos quedamos con las palabras de Hijitus?HIJITUSLOGÍA.
